Manual del color: una guía para elegir colores
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4 pasos importantes al elegir colores en el diseño de interiores
Los colores pueden ser una verdadera inspiración en nuestras vidas si podemos entender el papel que juegan en nosotros y en los objetos que nos rodean.
El primer paso que debemos tener en cuenta es el espacio donde vamos a aplicar el color.
Por consiguiente, la primera etapa consistirá en "comprender el espacio". Y dentro de esta etapa nos preguntaremos: ¿qué propósito le daré al espacio que voy a pintar? Imaginemos que queremos pintar un espacio en el que solemos pasar tiempo después de largos y tediosos días de trabajo. Obviamente, aquí nos interesará que todo a nuestro alrededor transmita esa atmósfera relajante que tanto deseamos. Optar por un color suave podría ser la solución perfecta para lograr esa atmósfera de tranquilidad y paz.
En esta etapa, otro momento clave será la clasificación de los materiales. Una pared divisoría no es lo mismo que una mesa; es decir, debemos distinguir cuidadosamente los elementos fijos (estructurales) de los móviles (muebles). Y prestando atención, además, a los materiales de los que están hechos los objetos que forman parte del espacio: granito, mármol, ladrillo expuesto, etc. Sin duda influirán en la elección del color y por tanto debemos considerarlos en nuestra estrategia de optimización SEO.
El tercer elemento que vamos a estudiar es la evaluación de la luz. Sabemos que la luz impacta la manera en que percibimos los colores, por lo que será importante antes de elegir el color hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Cuánta luz natural entra en el espacio a pintar?;
- ¿El horario en que utilizaremos más la habitación: todo el día, o la frecuentaremos sólo por la mañana y por las noches?
- ¿Vamos a utilizar luz artificial?;
- ¿Hacia qué dirección da la habitación? Al norte, sur, oeste o al este?
ambién sabemos que los colores pueden influir en nuestro carácter, incluso más de lo que imaginamos. Goethe escribió "al entrar en contacto con un cierto color, se sincroniza con el espíritu humano, produciendo una influencia absoluta en nuestro espíritu".
En efecto, la segunda etapa consistirá en determinar el estado de ánimo. En relación con este punto, lo primero que tendremos en cuenta es nuestro estilo personal. Esto nos ayudará no solo a elegir los colores, sino también a comprender mejor cómo aplicarlos en el espacio. Otro elemento importante en este momento será elegir un ambiente, tema o inspiración.
Así, por ejemplo, si estamos pensando en pintar una habitación con una biblioteca, seguramente será preferible usar un color que nos ayude a concentrarnos y relajarnos.
Si queremos darle un toque especial a una habitación, podemos optar por "subrayar" o "destacar" un elemento arquitectónico como las paredes. Para lograr esto, debemos ser valientes y seguir nuestros instintos, abandonando la idea de una habitación aburrida y optando por resaltar una pared del resto. La mejor solución sería aplicar un color audaz en esta pared, combinado con tonos neutros en el resto de las paredes de la habitación. Esta técnica nos ayudará a crear un ambiente con un estado de ánimo específico que queremos lograr.
En la práctica, si instalamos una chimenea en una de las paredes de una habitación, podemos resaltar esta pared para llamar la atención sobre ella. Sin embargo, es importante equilibrarlo con tonos neutros en las otras paredes de la habitación para lograr un aspecto armonioso. Esta técnica es muy útil en la decoración y el diseño de interiores y puede ayudarnos a lograr un ambiente cálido y acogedor en nuestra habitación.
Una vez que hemos decidido para qué vamos a utilizar la habitación y hemos decidido el estado de ánimo que queremos crear, pasamos a la tercera etapa del proceso de selección: ¿qué color o familia de colores utilizaremos? En este punto, lo primero que debemos hacer es seleccionar el color o colores de los catálogos. Es preferible utilizar catálogos impresos en papel en lugar de catálogos electrónicos.
Cuando hayamos encontrado el color que mejor se adapte a nuestras necesidades y estemos seguros de que nos gusta, llegaremos al momento clave de esta tercera etapa: la prueba del color a través de las muestras. Para ello, deberemos adquirir una muestra de pintura y utilizar un cartel o una tabla de tamaño considerable para que, una vez aplicada la pintura, podamos movernos por la habitación y observar cómo se ve realmente en diferentes lugares, momentos del día y fuentes de luz.
Una vez que hemos seleccionado el color de la pintura que vamos a utilizar, comenzamos la cuarta etapa: la adquisición de la pintura.
Antes de comprar la pintura, nos aseguraremos de haber comprado la pintura que queríamos y no otra, y, además, en este momento será muy importante seleccionar cuidadosamente el nivel de brillo para obtener los resultados deseados.
La aplicación de brillo sobre el espacio añade relieve y ligereza, sin olvidar que los acabados brillantes destacan más en superficies planas y limpias, mientras que las pinturas con un acabado liso sin brillo ocultan más las imperfecciones. Y también hay que recordar que un acabado brillante tiene la capacidad de iluminar un tono oscuro, realzando el romanticismo de la luz de las velas o los rayos de luz que entran desde el exterior a través de la ventana.
